La esposa de Joaquín "Chapo" Guzmán se mostró confiada este lunes en que "todo va a salir bien" en el juicio al mayor capo narco jamás extraditado y juzgado en Estados Unidos.

En una entrevista con la cadena hispana Telemundo, Emma Coronel, una exreina de belleza de 29 años y desde hace más de una década la esposa del Chapo, explicó que acude a todas las audiencias de su marido porque es lo que "haría cualquier esposa, estar con su esposo en momentos difíciles".

"Quiero pensar en que todo va a estar bien, quiero pensar en cosas positivas", indicó, asegurándose incapaz de verlo condenado.

"Todo el mundo lo está viendo como que ya es culpable", pero "él ahorita está como acusado", "hay que esperar" al veredicto, añadió desestimando los testimonios de los testigos del caso: "van a decir cualquier cosa para tener algún beneficio".

Coronel, la madre de las hijas mellizas de siete años del Chapo, no puede visitarlo ni tocarlo. La corte negó una moción para que la pareja se diera un abrazo.

"A mi me hubiera encantado", dijo. "Yo quería que sintiera que todo va a estar bien, fuerza para todo lo que viene".

Pero dijo que aunque "se puede notar que está más delgado", lo ve "muy despierto, muy positivo". "Está muy tranquilo, nunca lo he visto intranquilo", señaló.

Desde que fue extraditado a Estados Unidos hace casi dos años, aseguró que no han hablado, reiterando que no usó el teléfono de un abogado para comunicarse.

"Es 100% la verdad es que yo no me comunicaba con él, no me comuniqué con él por el teléfono de la corte, es prácticamente imposible", dijo, negando también que tendría intención de tomar fotos a los testigos. "No he puesto en peligro a nadie", afirmó.

Al ser consultada sobre si El Chapo utilizaba la canción ranchera "Un puño de tierra" cuando pensaba ejecutar a alguien, como dijo un testigo, rió y respondió: "prefiero no contestar esa pregunta".

Tampoco quiso hablar de Ismael "Mayo" Zambada, a quien los abogados del Chapo, señalan como el verdadero jefe del cartel de Sinaloa.

Dijo sí que su esposo es un hombre "humilde, sencillo", lejos de la imagen creada en los medios.

"Le dieron demasiada fama a Joaquín", criticó. "No quieren bajarlo de ese pedestal".

Coronel asegura que lleva una vida "normal", que no teme por su seguridad y que vive de los "negocios legales" de la familia -"tierras de riego y cosas así", indicó sin profundizar.

Aseguró que sus dos hijas están "muy contentas, muy felices" aunque "enteradas y conscientes de todo". "Adoran y aman a su papá" y "saben dónde está, saben que está pasando".